El confinamiento según San Marcos – 14/03 – 10/05

Un sábado atípico en el barrio de Santiago de Carmona (Sevilla), los vecinos de la calle San Marcos se preparan para pasar más de 50 días puertas adentro, con el único salvaconducto de salir a realizar las compras mínimas.

Empezó un día normal, un sábado cualquiera, no sin el asombro e incertidumbre propia que los medios ahondaban desde bien temprano. El presidente del gobierno anunció el día antes que se iba a declarar el Estado de Alarma en todo el país. Las noticias que venían del gigante asiático no eran de buen augurio para la población.


Mi situación personal me ha hecho pasar el confinamiento con mis padres, residentes en el barrio de Santiago de Carmona (Sevilla). Para ellos nada ha cambiado, siguen con sus quehaceres diarios pero dentro de casa. Exceptuando alguna salida, que apriori realizaba yo por seguridad, ya que ellos están en los llamados “casos de riesgo” que el gobierno informaba días antes de empezar el confinamiento.

Han sido días muy complicados en los que no poder fotografiar en las calles con libertad se han hecho eternos, por ello la intensa búsqueda del color en cada rincón de la casa, ha sido mi registro para llevar a cabo mi ensayo personal dentro de Miradas Adentro.

Mientras otr@s compañeros se centraban en elegir el blanco y negro como un método de instrospección y cambio de rol al habitual en sus imágenes, yo elegí el color por mi necesidad de expresar alegría y de algún modo evadirme de la realidad que nos acechaba.

Las noches son imperturbables y las mañanas taciturnas

Los días se hacen eternos al principio, pero a penas a la semana y media de confinamiento, la rutina diaria es un peso insoportable. Con la ayuda de algunos recortes de revistas y un poco de inspiración intenté ayudarme del collage para que el minutero volara. Empezé a sí a trabajar técnicas mixtas.

Poco a poco iban anunciando la cancelación de todos los eventos previstos en todo el panorama nacional. En nuestro provincia, las conocidas como fiestas de la primavera se vieron truncadas por ese maldito “bicho” que acechaba las calles.


La línea de tiempo cada vez es más extensa, tras haber prolongado el confinamiento por seguridad. Ejercicio, pintura, limpieza, organización son algunas de las actividades durante la cuarentena.

Trás varias semanas confinado sali a hacer la compra, intenté realizar alguna fotografía por el camino pero fué un intento fallido. Me costó mucho mantener la calma por no poder parar en mitad de la calle. Mi mirada se había vuelto tímida, mi sensanción de miedo aumentaba y no pude realizar con la soltura algo tan sencillo como fotografiar la calle.


Pero de vez en cuando había momentos de lucidez, mientras en la calle diluviaba como nunca, me encontraba inmerso en el mundo de Blade Runner 2049, la llamada de mi madre al grito de: “- Sube a la azotea, que mira lo que ha salido” , pude atisbar un arcoiris que se mostraba timidamente entre los grisáceos nimbos.


Ahora en las noticias solo hablan de volver a la normalidad, de la desescalada, pasito a paso…

No sé si volverá a ser todo como antes, pero para mi este trance que nos ha tocado pasar y sus consecuencias, me está sirviendo para valorar aquello que antés era etéreo.

Rafaelem.