De afuera hacia adentro
Todos necesitamos un ancla que nos de seguridad cuando embarcamos en travesías de final incierto. El 14 de marzo de 2020, mientras las autoridades informaban de la obligatoreidad de confinarse para frenar el avance de la Covid19, algunos ya tenían claro cuál sería la certeza que les ayudaría a navegar por unas aguas hasta entonces desconocidas. Entre ellos estaba Rafaelem, apasionado e inquieto fotógrafo. Su estrategia fue proponer, desarrollar y coordinar a un grupo de trabajo de fotógrafo/as de calle españoles. El reto era fotografiar sin salir de casa, interpretando un escenario inédito y, casi inmediatamente, hacerlo público a través de Instagram.
A esta iniciativa se sumaron diecinueve fotógrafos (14 hombres y 5 mujeres) más un editor gráfico – quien redacta estas líneas-, que bautizaron al proyecto como “Miradas Adentro”. Durante medio centenar de días tomaron miles de fotos, de las cuales se publicaron casi 400. Cada autor trabajó libremente, atendiendo sólo a los particulares impulsos a medio camino entre la voluntad documental y el afán estético. En todos los casos la toma de imágenes sirvió, además, como actividad terapéutica. Algunos produjeron unas pocas imágenes, otros verdaderos torrentes de reflexiones visuales. Significativamente, entre el subgrupo de las cámaras más activas destacaron las empuñadas por mujeres.
Las fotos creadas durante estas semanas, que se iban prorrogando a medida que se extendía en el tiempo el estado de alarma, en ocasiones tenían clara una voluntad minimalista, otras veces un decidido ambiente onírico; no faltaron aquellas con caracter lúdico y, sobre todo, se generaron capturas digitales de carácter introspectivo.
Cincuenta días después del ya histórico 14 de marzo se produjo un cambio parcial de escenario: con la relajación de las medidas de confinamiento y el inicio de la llamada “desescalada” se abrió nuevamente, de forma tímida, eso sí, la posibilidad de volver a fotografiar en la calle. Había llegado el momento de hacer un primer resumen, editar las fotos preferidas de cada autor, montar un vídeo e implementar una web que resumieran la labor conjunta.La propuesta final habla de todos y cada uno de los participantes. Son fruto del talento y esfuerzo de cada miembro pero, sobre todo, del encuentro, el debate y el apoyo de la totalidad del grupo. Una entidad siempre dirigida, animada y mimada por Rafaelem, que se ha señalado como trabajador incansable y verdadera “alma mater” de este proyecto. Él ha hecho fácil afrontar uno de los mayores desafíos para todos los fotógrafos callejeros: darle la vuelta a la cámara y, durante unas semanas, dirigirla de afuera hacia adentro.
Rafa Badia